Detengamos la ejecución de Amir-Hossein Moradi, Saeed Tamjidi y Mohammad Rajab
Alternativa Socialista Internacional (ASI) 27/06/2020
El miércoles 24 de junio la Agencia de Noticias de Derechos Humanos de Irán (HRANA) informó que la Corte Suprema de Irán ha ratificado las condenas a muerte de tres jóvenes manifestantes que fueron arrestados por las fuerzas de seguridad durante las protestas de noviembre de 2019.
La confirmación de las condenas de muerte no se anunció oficialmente, sin embargo, fue confirmada y comunicada por el abogado de uno de los estudiantes detenidos.
Amir-Hossein Moradi, Saeed Tamjidi y Mohammad Rajabi, habían sido condenados a prisión, azotes y una sentencia de muerte por el Tribunal Revolucionario Islámico (seguridad nacional, delitos contra la decencia pública y el tribunal político) en febrero. Después de la apelación, la Corte Suprema aceptó la decisión de la Corte Revolucionaria Islámica.
El 15 de noviembre, el gobierno iraní anunció el aumento del 300% en el precio del petróleo, lo que provocó manifestaciones masivas en 29 de las 31 provincias de Irán. Las protestas se enfrentaron a un fuerte ataque por parte de la policía y el brazo paramilitar de la Guardia Revolucionaria (Basij), lo que llevó a que cientos de personas fueran asesinadas, heridas y miles arrestadas incluso meses después de que terminaran las protestas.
Las fuerzas de seguridad identificaron y arrestaron a Amir-Hossein Moradi por las imágenes tomadas por cámaras de seguridad durante las protestas de noviembre de 2019. Fue golpeado durante su arresto e interrogatorios y recluido en régimen de aislamiento durante un mes. También fue torturado y obligado a aparecer en la televisión estatal para “confesar” que había incendiado bancos y estaciones de servicio y dañado propiedad pública, incluso antes de haber sido juzgado y sentenciado por un tribunal. A Moradi y otros acusados en el caso se les negó el acceso a abogados durante la fase de investigación.
Los otros dos, Mohammad Rajabi y Saeed Tamjidi, huyeron a Turquía después de que su amigo Moradi fuera detenido, pero fueron arrestados en Turquía y, a pesar de presentar amplias pruebas de estar en peligro por participar en las protestas, las fuerzas de seguridad turcas los deportaron a Irán, donde fueron inmediatamente detenidos.
Los tres acusados en el caso, todos ellos veinteañeros, han sido acusados de afiliarse a la Organización Mujahedin-e Khalq (MEK) que Irán ha designado como una organización terrorista, pero siempre han negado los cargos.
¡Exigimos detener las ejecuciones de los tres manifestantes!
¡Libertad de todos los manifestantes, presos políticos y sindicalistas!
¡Abajo el régimen dictatorial islámico!